sábado, 23 de febrero de 2008

mirando más allá



[Estoy sumido en otra vieja historia de Henry Chinaski, otra vez este maldito viejo me tiene atrapado, con sus asquerosas borracheras y sus inservibles polvos con limpiadoras de retretes.
En El cartero cuenta sus lamentables rutas repartidoras esquivando viejas y buscando buzones, para poder abrazar 'el precioso y gordo culo de Betty'. Y yo sumiso traspaso la siguiente página para ver como le ha sentado hoy la resaca.
Así he conseguido sobrellevar otro viernes, un tanto solitario para mi gusto, pero no estamos para exigir nada. Comida caliente, algo para husmear y un buen libro. Quizás la compañía hubiera molestado un poco.]

(Llevo varios días encerrado en este hogar, dulce hogar, con una extraña sensación de despego hacia las cosas desconocida por mi, que no en mi. Me acompaña la fiel can, cada día más parecida a ese gran cancerbero guardián de todo aquél tinglado, lo años también pasan por los hocicos.)

Y todo esto venía a cuento porque ayer empezó la campaña electoral y ya no aguanto más. Será por mi poca paciencia o porque me interesa poco o nada lo que cuenten esos dos señores de traje bien planchado. No creo que mi vida cambie mucho si gobierna uno u otro, quizás si se pudiera elegir entre ellos y otra cosa entonces me animaría incluso a debatírtelo. Puedo acusarme de pasividad ante mi entorno, y puede que tenga razón, pero si gana X y yo tengo una cerveza fría, un buen libro y la compañía adecuada, yo voy a ser feliz; y si gana Y y yo tengo una cerveza fría, un buen libro y la compañía adecuada, yo voy a ser feliz. ¿Entiendes? Es mi actitud hoy, seguramente dentro de unos cuantos años piense diferente, pero tengo derecho a no preocuparme por la política, que se preocupen los del circo, yo tengo veinte años. (Bueno, la verdad es que todo esto no venía a cuento.)

1 comentarios:

Anónimo dijo...

que wapo has puesto esto. y ahora puedo comentar.
no sé si antes podía hacerlo, pero como perdí la costumbre con el fotolog, no he vuelto a hacerlo hasta ahora.
hay ciertas costumbres que no combiene perder.
acércame aquella cerveza.