estoy bajo tierra.
escondido y asustado por la vorágine vital de ahí arriba, me he cavado un pequeño habitáculo donde podré dejar constancia de mis pequeñas vicisitudes morales.
mañana seguiré escarbando entre la arcilla y los restos romanos que pueblan mi región, hasta llegar a las tranquilas playas de Huelva, donde permaneceré en retiro espiritual con una pila considerable de apuntes de derecho.
volveré cuando empiece a echarte demasiado de menos.
domingo, 18 de mayo de 2008
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