domingo, 9 de marzo de 2008

nose como se llama

es imposible entender algo que no cobrará sentido hasta que muera, una insatisfacción creciente y que se consume en el humo de mis noches, lamiendo el barro en peleas donde busco distinguirme a luz de bar, convaleciente de viajes en burbujas de cemento armado que acaban siempre en tragedia, caído entre dos coches a la sombra de un foco en el aparcamiento trasero de un supermercado.
sin aliento para arrastrar más derrotas, siempre llego tarde a donde no me esperan y sobra dar las buenas noches. la suerte se está acostando con otros y me gusta saber que piensa en mi. cerraré la puerta por dentro, con doble cerrojo a la vista de todos y guardaré la llave en la papelera más sucia, al final de la calle.
sigo tan ausente que me pierdo en adelantamientos de atardecer, en la autovía que más quiero porque siempre me lleva a donde tengo que llegar. había encinas, montañas nevadas y perros ladrando. yo no tomé la decisión, nunca he tomado ninguna importante, siempre me han empujado al filo sin vuelta atrás. y pudiendo hacer mil delitos prefiero irme a dormir pasando antes por el cajón prohibido.

0 comentarios: