viernes, 7 de marzo de 2008

kerem

Ayer, en un minibús con remolque de diecinueve plazas y dieciocho israelíes en silla de ruedas, me di cuenta de que el puente es cada día más largo y Lisboa tiene algo que me engancha.
En su país están al borde del caos con un atentado que ha dejado ocho muertos y una situación incontrolable con palestina y la frontera, con todo eso, y sin poder andar, no dejaron de ser felices en todo el viaje. Ni un segundo.
Miraba por la ventana sin entender sus chistes y sus canciones, y empecé a ver todo del revés, las vacas a 120km/h por la carretera, los arboles llenando el depósito de gasolina, las ruedas rumiando hierba, las montañas a ras de suelo y ciervos volando por encima de unas nubes rojas. Ellos riendo, yo estropeado.

Llevo días apagado, en pause, parado en un semáforo en verde. Parado, parado.

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