martes, 11 de agosto de 2009
Era el típico joven europeo que se alimentaba de largos silencios, solía gritar escondido en la oscuridad y en lugares solitarios arañaba las páginas de viejos libros de los años cincuenta buscando respuestas a sus desesperanzados pensamientos de madrugada. Cuando miraba por la ventana nunca veía esa suprema realidad, siempre alcanzaba paisajes más lejanos, viejos canales con pequeñas casas de madera en sus orillas o antiguos palacios habitados por historiadores del amor. Una de esas noches, entraba un viento muy frío por la ventana que hacía ondear las cortinas como viejas bailarinas rusas; decidió ir al baño y hacer el mal mientras gritaba poemas de Rimbaud.

2 comentarios:

Blanca dijo...

¿Rimbaud? Bah, mierdas. Apollinaire y sus "Alcoholes" son el sumum de lo escatológico.

Y como francés, por qué no, también mi querido Eluard. O si no, lea:

"Le front aux vitres comme font les veilleurs de chagrin
Ciel dont j'ai dépassé la nuit
Plaines toutes petites dans mes mains ouvertes
Dans leur double horizon inerte indifférent
Le front aux vitres comme font les veilleurs de chagrin
Je te cherche par-delà l'attente
Par-delà moi-même
Et je ne sais plus tant je t'aime
Lequel de nous deux est absent."

Anónimo dijo...

Escupo rimbombancias sin vocales sobre la frente de lo escatológico por lo escatológico.